Por Jesus Lopez
Pumas está prácticamente eliminado del Apertura 2022, necesitaba un cierre perfecto de torneo y ni siquiera le dio a la afición esperanza de lograr una hazaña. Ahora en el equipo debería de venir una limpia empezando por el director técnico Andrés Lillini, a quien se le entregó un club de campeonato.
El argentino se quedó con varios becados que cualquier otro estratega hubiera dejado en la banca o mandado a la filial de la Liga Expansión. Después del desastre en este certamen por lo menos tres jugadores podrían ir directo a Pumas Tabasco en busca de mejorar porque están lejos del nivel que se necesita.
Es uno menos en Pumas, pero juega porque es consentido de Lillini, no es Alves
Mientras Lillini improvisa con del Prete, el crack de Pumas que mandó a la Sub20
Universidad Nacional ha carecido de laterales en todo el certamen, Pablo Bennevendo y Jerónimo Rodríguez nada tienen que hacer en la plantilla mayor. Semana a semana han sido exhibidos y la hinchada no los baja de becados. La directiva tendría como prioridades reforzar la portería junto con las bandas.
Otro canterano que iría rumbo a la Expansión sería Ricardo Galindo, el zaguero central que estaba siendo un dolor de ojos para los aficionados hasta que se lesionó. Gracias al regreso de Palermo Ortiz se estabilizó la defensa, porque la dupla de Galindo con Nicolás Freire había sido un desastre.
Si bien estos jugadores son los más criticados por su desempeño de segunda categoría, otros como Marco García o Santiago Trigos también dejarían el primero equipo para pasar a Pumas Tabasco, la cantera universitaria luce seca, en este momento sólo Jorge Ruvalcaba se salva.
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