Por Jesus Lopez
Gustavo del Prete está convertido en el jugador más decepcionante de los Pumas y la beca parece que finalmente se le terminó. El técnico Andrés Lillini le daba minutos a causa de lo costoso de su contrato, pero debido al pésimo momento en el torneo sólo le quedó mandarlo a la banca contra el Toluca.
El estratega también sabe que se juega su chamba en esta recta final de torneo, así que tuvo que elegir entre darle otra oportunidad a un jugador que es uno menos o darles minutos a elementos que se pudren en la banca a pesar de que se encuentran en un mejor nivel y pueden contribuir mucho más.
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Con la temporada en la línea, Lillini demostró que del Prete es un tronco al dejarlo en la banca por 84 minutos. Al jugador que le costó a Universidad Nacional 90 millones de pesos le pagaron por disputar los últimos seis minutos del partido en el Estadio Nemesio Diez en medio de la desesperación por buscar un gol.
Si en 90 minutos no marca diferencia, menos lo hizo en ese poco tiempo sobre la cancha, sólo quedó exhibido. La buena noticia es que la presión de la hinchada funcionó, ya que se terminó su etiqueta de inamovible en la alineación. Andrés tomó la decisión inteligente entre jugarse su chamba por un becado o tratar de rescatar el Apertura 2022 con lo mejor que tiene.
Los Pumas se vieron mucho mejor sin Gustavo del Prete en la alineación, todo mejora cuando el estafador argentino no está en la cancha. La mala noticia es que tiene contrato en el club hasta 2025, la única manera de desprenderse de él es a través de préstamos. Después de ver que el club estuvo mejor sin él, Lillini podría borrarlo en los últimos partidos.
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