Por Jesus Lopez
Hace poco tiempo hubo una gran joya de la cantera de Pumas que se perdió debido a las lesiones y llegó un momento en el que debió de elegir entre poder caminar o seguir intentando ser futbolista, optó por despedirse del profesionalismo, culpó al equipo de negligencia médica y los demandó.
Su nombre es José Antonio García, un elemento surgido de las Fuerzas Básicas auriazules que logró debutar a los 20 años. Tiempo después presentó molestias que derivaron en cuatro operaciones de cadera en menos de dos años. Después de no sobresalir en el club auriazul lo prestaron al Zacatepec, pero siguió el problema físico.
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Acudió a un especialista que le dio la peor noticia, le notificó que su proceso se había tratado de tan mala manera que sólo le quedaba retirarse del fútbol si quería seguir caminando. El jugador continuó con su procedimiento por cuenta propia y la directiva encabezada en ese entonces por Rodrigo Ares de Parga se habría negado a reembolsarlo.
José Antonio estuvo un par de años en silla de ruedas y desde finales de 2020 presentó una denuncia al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) por negligencia médica. El club confirmó el recurso, pero omitió dar detalles al respecto. El ex futbolista ahora trata de llevar una vida normal.
El tiempo ha pasado, el TAS todavía no arregla la situación entre Toño y Universidad Nacional, el ahora ex jugador ha narrado para algunos medios que se enfoca en su vida cotidiana y el conflicto legal se lo ha dejado a sus abogados.
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