Por Jesus Lopez
El torneo ha finalizado para Pumas y llegó el momento de sacar conclusiones tanto con el cuerpo técnico como la plantilla. El director técnico Andrés Lillini terminó por comandar un desastre, vendió humo con falsas ilusiones de pelear por el título para meses después quedar en el sótano de la tabla.
En Universidad Nacional hay más culpables del pésimo Apertura 2022, desde el arquero Julio González, quien terminó ser una coladera hasta el fichaje estelar de Gustavo del Prete. El Tuti le salió caro al club (4.5 MDD) y terminó por ser un fantasma que en los últimos juegos debió de ir a la banca.
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Cobra 12 millones al año, es un tronco en Pumas y ya desesperó a Mejía Barón
El argentino prometía grandes cosas después de ser la figura de Estudiantes de La Plata, en un año pasó de ser un desconocido a tener potencial de selección. En el conjunto del Pedregal resultó ser un estafador, la afición esperaba que marcara la diferencia, pero terminó por ser uno menos.
Quien sí resultó ser un tremendo fichaje a pesar de las críticas fue Eduardo Salvio. El ‘Toto’ contaba con un largo historial de lesiones que ponían en duda cuantos partidos podría jugar en este certamen. Una molestia lo dejó fuera un par de semanas, aun así, sudó la camiseta.
Salvio calló las bocas de sus detractores y se convirtió en la nueva figura auriazul, mientras que del Prete sólo sirvió para completar los festejos estilo Dragon Ball Z con los que siempre celebró su compañero. Ojalá para 2023 el Tuti se contagie de la magia que envuelve al dorsal ‘10’.
05/11/2024
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