Por Jesus Lopez
Cuando llegó Antonio Mohamed al Pedregal, su primer diagnóstico fue meterle mano a la defensa, no por nada fue la zona en la que más se invirtió en Pumas durante este mercado de pases, sin embargo, a pesar de contar con dos centrales de primera línea, el equipo apenas ha podido colgar el cero una vez durante este torneo, sumado a la falta de contundencia, este equipo no logra caminar.
Nathan Silva traído desde el Atlético de Mineiro en Brasil y Lisandro Magallán del Elche de La Liga española, dos elementos en los que se fue buena parte del presupuesto, aunque quizá tuvieron que invertir en un mejor maestro de español para el brasileño pues parece que aún no hay mucho entendimiento.
Por Nathan Silva se pagaron, 4 millones de dólares, cifra confirmada por el propio Mineiro, lo que le convirtió en el defensa más caro que ha llegado a Pumas, mientras que por Lisandro Magallán, en un movimiento digno de Christian Bragarnik, en el último día de su contrato se le renovó para que en el Pedregal terminaran pagando el costo de su carta casi 2 millones de dólares.
Claro que los goles no han sido completamente su culpa, de hecho no es que se les vea mal a ambos centrales y los errores llegan más por las bandas, en donde se hizo la incorporación de Robert Ergas, el cual llegó sin costo y tampoco hay mucho que hablar de él, por lo que por abos centrales se pagó poco más de 100 millones de pesos, algo que pocas veces se ha visto y probablemente no volvamos a ver en Pumas en mucho tiempo.
02/09/2024
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